Las técnicas, métodos y sistemas clásicos que conocemos de gestión del tiempo son muy buenos… para los hombres.
No es que ellos no funcionen para las mujeres, sino que son incompletos.
Existen principalmente dos razones que explican esta diferencia:
(1) El ciclo menstrual de la mujer hace que nuestra energía, humor y capacidad de trabajo varíen en función del momento del ciclo en el que nos encontremos.
(2) La sociedad patriarcal en la que vivimos promueve la creencia que la mujer debe asumir mayores responsabilidades que el hombre, sin tener la compensación (monetaria y de reconocimiento) que esto debería generar.
La sociedad no la cambiamos de un día para otro y tu ciclo tampoco. Lo que sí puedes cambiar es tu actitud y tus acciones.
Por ello, te invito a que hagas lo siguiente:
- Al menos durante un mes, lleva un diario en el que vas a indicar cada día, en qué día de tu ciclo estás, cómo te sientes y tu nivel de energía. Al final del mes, anota lo que aprendiste de ti misma y cómo cambias o te sientes a lo largo del ciclo. Anota también alguna acción que tomarás para adaptar tu agenda del próximo mes, en función de lo que ahora sabes, por ejemplo, cuáles días son más propicios para la producción de trabajo, cuáles para el descanso, etc.
- Interrógate sobre las áreas o aspectos de tu vida en las que estás asumiendo mayores responsabilidades que tus equivalentes masculinos, y que no están siendo compensadas en su justa medida. Asegúrate de obtener esa compensación (o deja de asumir ese rol).