La mayoría de nuestros comportamientos son consecuencias de decisiones pasadas o de condicionamientos que hemos recibido.
La mayoría de nosotras repetimos esos comportamientos de manera casi inconsciente, sin preguntarnos si eso es lo que realmente queremos continuar repitiendo.
La mayoría de nosotras vivimos nuestra vida estando insatisfechas de ella, pero sin cuestionarla, sin preguntarnos si queremos tener los hábitos que tenemos, si queremos seguir haciendo el trabajo que hacemos, si queremos seguir frecuentando las personas que frecuentamos.
Lo hacemos por falta de consciencia o por miedo a creer que por soñar una vida ideal, debemos cambiarlo radicalmente todo. Y no es así. Pero si dejas de cuestionar lo que tienes, así sea de vez en cuando, nunca cambiarás nada y solo vivirás una vida por repetición, sin mucho sentido.
Si quieres comenzar a cambiar, comienza anotando lo que haces en un día típico o lo que hiciste el día de ayer. Luego, anota en una escala del 1 al 5 qué tanto te interesa lo que haces. Finalmente, anota tus impresiones de lo que observaste.