Lo mejor no siempre es lo más fácil.
Lo mejor no siempre es lo más placentero.
Al contrario, a veces lo mejor es lo más difícil y lo menos agradable para hacer a corto plazo, pero lo más gratificante al largo plazo.
Porque lo importante no suele ser ni fácil, ni agradable.
Lo importante tampoco suele ser lo que tu jefe o tu colega te pide, ni la reunión a la que participas.
El simple hecho de definir lo importante, no siempre es fácil, ni placentero. Pero es necesario.
Pregúntate cómo estás usando tu tiempo el día de hoy, desde que te despertaste y hasta ahora: ¿estás haciendo lo placentero y dejando para más tarde lo importante?
Sé consciente de esto para tomar mejores decisiones con tu tiempo.