El primer paso de todo cambio es el de tomar conciencia en dónde se está actualmente.
Lo mismo ocurre con la gestión del tiempo.
Si quieres mejorar tu manejo del tiempo, primero debes saber cómo lo estás manejando. Y, para eso, la mejor herramienta es hacer una auditoría del tiempo.
Existen varias maneras de hacerla: puedes recordar, por ejemplo, qué hiciste las últimas 24 ó 48 horas o puedes, durante los próximos días, ir anotando qué haces y a qué hora.
Es una herramienta bastante simple y súper reveladora.
Si lo haces, te sorprenderás cómo estás usando tu tiempo, a veces te sorprenderás agradablemente y otras veces, no tanto. En ambos casos, te servirá de base para tomar medidas para corregir o mejorar ciertas actividades.