La ciencia lo dice: si quieres lograr más, debes felicitarte por lo que ya estás logrando.
Para tener éxito, debes aprender a celebrar el éxito que tienes ahora, porque el celebrarlo implica que eres consciente de él.
Tener conciencia de un logro te hace estar más atenta a los logros que vas acumulando. Hace que te focalices en ellos, en lugar de en lo que salió mal. Te hace pensar en lo que te ayudó a lograrlo (la estrategia) y, además, te genera la dopamina necesaria para querer seguir por la misma trayectoria.
Sobre todo, cuando te focalizas en lo que sí haces bien, vas cambiando la imagen que tienes de ti misma. Dejas de pensar en ti como una fracasada / una persona que nunca logra lo que quiere / una persona que pierde el tiempo o procrastina, y comienzas a pensar en ti misma de manera diferente, más positiva.
No te pido que creas lo que no es. Te pido que dejes de subestimar tus logros, o de ignorarlos por completo, y que comiences a darle mayor cabida a lo que sí haces bien, a las citas a las que llegas a la hora, a los trabajos que terminas, a lo que hiciste, aunque hubieses preferido dejarlo para más tarde.
Te pido que dejes de subestimar tus logros y comiences a estimar correctamente cada buena acción que haces. Y a celebrarte por ello.
¿Qué te parece si comienzas ahorita, reconociéndote algo positivo -pequeño o grande- que hiciste las últimas 24 horas?