Muchas personas se preguntan qué es vivir el momento presente.
Suele pensarse que vivir el momento presente es olvidar el pasado, nunca revivirlo, ni pensar o planificar el futuro.
Pero, incluso si esto fuese cierto, el no hacer algo no define qué es hacerlo. Al decir qué no es vivir el momento presente, no estamos definiendo qué es vivirlo.
Para mí, la única manera de vivir el momento presente y de entender cómo se logra, es prestando atención a lo que ocurre ahora. No desde un punto de vista intelectual, definiendo cada cosa que haces, sino prestando atención a los detalles.
Ver los árboles a tu alrededor, no es suficiente; darte cuenta de las distintas formas de cada una de sus ramas, los colores ligeramente distintos de cada hoja, los detalles de la madera del tronco, los animales que interactúan con él… sí es vivir el momento presente.
Mirar el cielo no es suficiente para vivir el momento presente; pero detallar las nubes, las formas que representan, cómo esas formas cambian a cada instante, el sol que se esconde (y que aparece) tras esas nubes… sí es vivir el momento presente.
Tener una conversación con otra persona, mientras miras tu teléfono y te preguntas cómo responder a lo que ella dice, no es vivir el momento presente; escuchar con atención cada una de sus palabras, estar atenta de su intención, sus emociones, su lenguaje no verbal… sí es vivir el momento presente.
Leer este blog preguntándote cuánto queda para el fin o revisando constantemente tu celular, no es vivir el momento presente; leerlo y dejarte impregnar con lo que trato de decirte, hacer pausas para interrogarte sobre tu propia manera de vivir el momento presente y cómo puedes fijar mayor atención en los detalles a partir de ahora… sí es buscar vivir plenamente tu tiempo.