Los niños aprenden jugando. Por eso aprenden tan rápido. Jugar es una de las mejores formas de aprender y de desarrollarse.
Por eso te invito a ver la productividad, la realización de tus objetivos y la gestión del tiempo, como algo más lúdico; a ver la productividad como un juego.
La productividad tiene los mismos componentes que un juego: reglas, competidores, un objetivo y una recompensa.
Analicemos cada aspecto por separado.
El objetivo de este juego de la productividad es que logres tus metas.
Las reglas del juego son:
- Tienes sólo esta vida para jugarlo.
- Cada día tiene 24 horas, ni más, ni menos.
- Tienes los límites propios del ser humano, es decir, debes satisfacer tus necesidades básicas, como alimentarte, socializar y dormir.
Los competidores (o enemigos) de tu productividad son todos los elementos que van a evitar que logres tu objetivo, que ganes en este juego. Ellos son doce, que yo llamo los Ladrones del Tiempo, y que podemos resumir en:
- las distracciones y el desorden.
- tu propia mente, que va a generar la procrastinación, tu deseo de abandonar tus proyectos en curso, dudas respecto a tu capacidad de lograr lo que quieres, tener objetivos contradictorios, entre muchas otras cosas más.
- los objetivos de los demás, cuando son adversos a los tuyos.
Finalmente, está el premio que obtendrás si ganas a este juego, eres productiva y logras tus metas. Ese premio lo decides tú. Pueden ser unas felicitaciones sinceras, escuchar música, ponerte a bailar. Algo simbólico, pero que surta efecto en ti. Lo importante es que sea lo suficientemente atractivo para que tú hagas lo necesario para vencer a tus contrincantes y ganar este juego.