Skip to content

Qué hacer cuando no lo logras

En este blog he hablado en varias ocasiones de la importancia de celebrar nuestros logros (grandes y pequeños) y de cómo la emoción que se genera de la celebración activa el mecanismo de recompensa del celebro, que hará que quieras repetir ese hábito o acción que te llevó a celebrar.

Hoy te quiero hablar de qué hacer cuando, aparentemente, no existen razones para celebrar, es decir, cuando no logras lo que querías, cuando te equivocaste en algo, cuando lo que consigues es un fracaso en tu camino, cuando dijiste que harías algo y no lo hiciste.

Lo que hagas en estos momentos es tan importante como tu capacidad de celebrar tus éxitos.

En estos momentos de fracaso, te propongo que hagas lo siguiente:

  • Permítete sentir lo que sientas: rabia, frustración, tristeza, impotencia, lo que sea. Date el derecho de sentirte mal por no haber logrado lo que querías, si así es como te sientes.
  • Respira unos instantes, cierra tus ojos y escucha tu voz interior. ¿Qué te dice? ¿Cómo te juzga? Ese es tu ego. Déjalo hablar. Tranquilízalo. Dile que todo estará bien. Recuérdate que tú no eres tu ego.
  • Respira de nuevo.
  • Cuando estés lista, responsabilízate por lo que pasó. No le eches la culpa a nadie y tampoco te la eches a ti; entiende que tu reacción ante lo ocurrido sólo depende de ti. Pregúntate de qué te sirve esta experiencia, qué puedes aprender de ella, en qué puedes ser mejor la próxima vez, gracias a lo que acaba de pasar.
  • Al culminar este proceso, agradece la situación por lo que aprenderás gracias a ella. Y agradécete a ti.
  • Sonríe.