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Sé flexible

La vida no es blanco o negro. La vida a  veces es blanco, a veces negro, otras veces es una mezcla de las opciones anteriores, pero la mayoría de las veces está llena de colores, de muchos colores.

La vida tampoco es completamente perfecta o imperfecta. La vida es, de nuevo, una mezcla variada de estas cosas. Tu deber es aprender de ella y disfrutar lo máximo que puedas de ese aprendizaje.

Es importante aprender a tomar decisiones (eso simplemente significa tomarlas y, luego, aprender de ellas). Es importante cumplir tu palabra tanto como puedas, que ése sea tu norte, tu objetivo.

Tan importante como cumplir tu palabra es aprender a ser flexible y a adaptarse a las circunstancias de la vida.

Esta habilidad no es fácil y no se puede enseñar, aunque se puede aprender.

Ser flexible significa adaptar el proceso que utilizas para lograr el objetivo o tu aspiración. Ser flexible no significa cambiar el objetivo porque el proceso que adoptaste no fue el adecuado.

Cuando te trazas un objetivo, cualquier objetivo, las cosas no saldrán como lo imaginabas, el 99% de las veces. Eso es normal. Ser flexible implica cambiar la manera en la que haces las cosas para obtener tu objetivo o lograr tu aspiración.

Y felicitarte por tu flexibilidad y tu capacidad a adaptarte al cambio, en lugar de desperdiciar tu tiempo y energía culpándote por no haberlo logrado o culpando a las circunstancias o a los demás por ser lo que son.