Skip to content

Tipos de distracciones

Según la RAE, una distracción es una “desviación de la atención en algo”, “cosa que desvía la atención” o “pérdida de concentración”. Curiosamente, una distracción también es “entretenimiento o diversión”. Entre concentración y diversión, ¿qué crees que tu cerebro preferirá?

Cuando se habla de distracciones, normalmente se piensa en el teléfono y las redes sociales. Una distracción es mucho más que eso. Todos aquellos agentes externos e internos que desvían tu atención de lo que haces en un momento dado, son distractores.

Existen dos tipos de distractores: las externas y las internas.

Los distractores externos son los que están fuera de ti y que “vienen” hacia ti para distraerte.

Se trata de:

Las personas (colegas, jefes, empleados, familiares, etc.) que se acercan a ti para comentarte algo, solicitarte algo o hacerte una pregunta.

La tecnología (o las pantallas): El teléfono e internet no son, en sí, elementos distractores. Al contrario, gracias a la tecnología podemos ganar muchísimo tiempo en la obtención de información, actividades administrativas, al comunicarnos con otras personas al otro lado del planeta, etc.

Cuando hablo de la tecnología como distractor, me refiero a las interrupciones que ella produce, como las llamadas telefónicas, las alertas de correos electrónicos, los sitios de noticias o las aplicaciones en tu celular.

Los distractores internos, incluyen cualquier necesidad física (problemas físicos que te impidan concentrarse, cansancio, necesidad de ir al baño), así como tus pensamientos, es decir, cualquier idea o pensamiento recurrente, no relacionado con la actividad en curso.

Es importante reconocer estos dos tipos de distractores y no limitarlos únicamente al uso indiscriminado de la tecnología. Mientras más consciente seas de un problema, más fácilmente podrás solucionarlo.