¿Cuánto tiempo a la semana te dedicas a ti, es decir, a actividades diseñadas únicamente con el propósito de hacerte feliz? Deja de lado todas las actividades profesionales y familiares que seguramente te hacen feliz. Piensa más bien en esas actividades que muchos llamarían frívolas, superficiales y egoístas, pero que en el fondo te encantan.
Si eres como la mayoría de las mujeres, probablemente esta cifra sea muy baja o inexistente. Porque naciste, creciste y vives en una cultura que pretende que las mujeres estemos constantemente al servicio de los hombres. Y cualquier tentativa de cambiar la situación, es decir, cualquier momento en el que estemos al servicio de nosotras mismas, es considerado como “egoísta”.
Y, por supuesto, ser egoísta es malo… según nos han enseñado desde siempre.
Querer el bien de los demás por encima del propio y sacrificarte por tu familia, es bueno, pero querer el bien propio es ser egoísta.
Hoy te propongo otra opción: Cuando tomas tiempo para ti y haces lo que en el fondo te encanta (así parezca superficial, materialista o egoísta), sabiendo que te lo mereces porque sí, porque es tu derecho al nacer, tus relaciones con los demás mejorará con el tiempo. Mejor aún, tu relación contigo misma mejorará.
Así que planifica tiempo para ti misma esta semana, la próxima y la de después también. ¡Te lo mereces!