Probablemente estés cansada de no hacer las cosas cuando puedes hacerlo, especialmente esas cosas que no te gustan, y dejarlas siempre para el último minuto. Si sueles procrastinar, y esa tendencia aumenta tu carga mental, tu estrés y te impide disfrutar de lo que haces, a continuación te presento cinco técnicas para eliminarla.
Usa “puertas de entrada” para tareas difíciles
Antes de comenzar a trabajar en una tarea que evitas, crea un pequeño ritual que te ayude a entrar (una canción, una infusión, moverte 1 min). Si haces siempre la misma “puerta de entrada”, tu cerebro lo asocia con entrar en foco.
Haz “sprints de 17 minutos”
¿Por qué 17? Es lo bastante corto para empezar fácil… y lo bastante largo para avanzar. Usa un cronómetro y realiza una sola tarea a la vez.
Haz una pausa breve después. Luego puedes repetir. Pero si prefieres continuar, hasta finalizarla, ¡mucho mejor!
Deja que el azar te ayude: el dado de la productividad
Escribe 6 tareas pequeñas que postergas siempre. Lanza un dado y haz la que salga. El elemento de juego elimina la indecisión.
Haz “el truco del tiempo inverso”
En lugar de decir “tengo 2 horas para hacer esto”, pregúntate: si solo pudiese dedicarle 45 minutos, ¿cómo lo resolvería igual, o mejor?
Limitar el tiempo puede disparar tu creatividad y eficiencia.
Usa la “paradoja de la tarea incómoda”
Prométete que no tienes que hacerla, solo abrir el archivo.
O solo escribir la primera frase. O solo empezar 2 minutos.
Cuando eliminas la obligación, tu cerebro se relaja… y empieza a trabajar.
(Spoiler: casi siempre haces más de lo que pensabas).