Tener más disciplina pasa por aumentar la consciencia sobre nuestros actos.
La disciplina es un hábito. Si eres disciplinada para bañarte a diario, es porque el baño es un hábito para ti. Si eres disciplinada para no fumar, es que haces cosas distintas a fumar cuando tienes ansiedad. Si eres disciplinada para hacer ejercicios, es que tienes el hábito de ponerte tus zapatos de ejercicios, y hacerlo.
A continuación te propongo cinco preguntas que te ayudarán a crear hábitos y a aumentar tu disciplina, respecto a cualquier comportamiento que deseas.
Hazte estas preguntas cada vez que tu disciplina flaquea, que una vocecita interior trata de luchar contra algo o que está cediendo a lo que sabes, en el fondo de ti, que no es la mejor opción.
- ¿Cuáles son las consecuencias a 5, 10 ó 20 años si hago esto, o si continúo haciendo esto?
- ¿Quisiera que mis hijos u otros niños hagan esto?
- ¿Esto es lo mejor que puedo hacer en estos momentos?
- ¿Qué es lo mejor que puedo hacer en estos momentos?
- Cada comportamiento que hago es un comportamiento que refuerzo. ¿Es este tipo de comportamiento que deseo se convierta en uno de mis hábitos?