En los artículos anteriores vimos cuáles son los principales factores que están causando una disminución de nuestra atención colectiva, según el libro El poder de la atención, de Johann Hari.
En este artículo, quisiera enumerar las diferentes soluciones (individuales y colectivas) para aliviar esta crisis.
1/ Toma de conciencia
Lo primero que debemos hacer, si queremos recuperar nuestra capacidad de concentrarnos y la calidad de nuestros pensamientos, es reconocer la crisis actual de falta de concentración que existe, aumentar la conciencia sobre la situación y los peligros que una falta de atención colectiva genera a escala planetaria, especialmente la incapacidad para conseguir soluciones viables para otras crisis actuales.
2/ Deja de culpabilizarte y exige soluciones
En lugar de seguir culpabilizándonos por nuestra incapacidad para concentrarnos, debemos comenzar a responsabilizar a quienes han generado esta crisis: las grandes empresas de Silicon Valley (Facebook, YouTube, Instagram, WhatsApp, etc.), otras corporaciones y los Gobiernos que han permitido que esta situación continúe, sin leyes adecuadas para controlar el peligro.
El problema no eres tú, ni tu falta de disciplina, ni de fuerza de voluntad.
No te culpes. Exige respuestas adecuadas a tus Gobiernos.
3/ Habla de este problema con otras personas
En tus conversaciones diarias, habla de este tema con otras personas. Mientras más personas se den cuenta que la crisis de la atención no es individual, sino planetaria, más rápidamente se darán los cambios.
4/ Toma acciones
Puedes tomar muchas acciones individuales para limitar la disminución de la atención. Si las grandes corporaciones siguen utilizando las mentes más brillantes para identificar maneras de robar tu atención, a escala planetaria estas acciones no serán suficientes, pero sí pueden limitarlas:
- Salte de las redes sociales o limita enormemente su uso, estableciendo un momento al día para entrar en ellas.
- Substituye las redes sociales por lectura de ficción. Mientras más compleja tu lectura, más profunda tu capacidad de concentración y más complejos y estructurados serán tus pensamientos. La lectura, también aumenta la empatía.
- Refuerza tu capacidad de concentración. Puedes empezar concentrándote durante 10 minutos y descansando 1. Luego, aumenta el tiempo de concentración, gradualmente.
- Decide hacer una cosa a la vez. Para ayudarte a esto, escribe o di en voz alta lo que vas a hacer (antes de iniciarlo), limpia tu escritorio físico y digital, para que solo tengas delante de ti aquello que vas a realizar y mantén una hoja de papel a tu lado, para escribir cualquier idea o TO DO que surja en tu cabeza, sin interrumpir lo que estás haciendo.
- Limita tu exposición a las noticias. Para ello, puedes decidir ver las noticias una sola vez al día.
- Trabaja únicamente en aquellas cosas que te llenan, te inspiran y te apasionan. Busca, tanto como puedas, llegar al estado de “Flow”, es decir, busca sentirte compenetrada con lo que haces.
- Trabaja en espacios silenciosos. Si estás sentada en espacios ruidosos (como los open spaces, las ciudades ruidosas), tu concentración disminuirá.
- Apaga tu celular dos horas antes de irte a dormir. Nunca dejes tu celular en tu cuarto, mientras duermes.
- Apaga todas las luces de tu casa, una hora antes de dormir.
- Asegúrate de que tu habitación tenga la temperatura correcta para dormir: ésta debe estar fresca, casi fría, para facilitar el sueño.
- Duerme. Dale prioridad al sueño. Duerme 8 horas diarias y toma una siesta en medio del día. El sueño ayuda a sanar tu cuerpo y limpiar tu cerebro, aumenta la creatividad y te ayuda a mejorar la gestión del estrés.
- Cuida tu alimentación. Que lo que entre por tu boca sean solo alimentos que te nutran y te curen. Come variado, consume omega-3 para el cerebro y pocos carbohidratos procesados.
- Realiza caminatas meditativas, es decir, camina todos los días, sin objetivo particular, sola y sin celular, ni otro aparato electrónico, que te distraiga, idealmente en la naturaleza.
- Realiza regularmente actividades que te ralentizan, como el yoga, la meditación o el tai-chi.
- Si te es posible, trabaja un día menos a la semana.
- Cuando dejes de trabajar, hazlo realmente: desconéctate de todos los aparatos y conecta con la naturaleza o las personas a tu alrededor.
- Si tienes niños, déjalos jugar libremente, sin supervisión adulta. Esto es esencial para su desarrollo, su creatividad, su atención, su capacidad de negociación y de liderazgo y la resolución de conflictos.